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Son películas estrenadas entre 1980 y 2000 que nunca defraudan. Alegran, emocionan, aterran y deleitan a quienes vuelven a verlas.
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Suele pensarse que los clásicos del cine son películas en blanco y negro, ganadoras del Oscar o colmadas de amor por los críticos. En realidad, pueden ser filmes recientes, que dominaron la cultura pop durante su estreno y que, con el pasar de los años, mantienen el favor del público.
En esta época de confinamiento en casa debido a la pandemia del COVID-19, hemos elaborado una lista de clásicos modernos, estrenados entre 1980 y 2000, que no defraudarán al espectador. Se incluyen películas de acción, musicales, comedias, algún título del género de horror y hasta algún filme navideño, que puede resultar oportuno ver para elevar los ánimos.
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The Terminator (1984)
Esta saga cuenta con cinco películas y una serie de TV, pero aquí nos referimos a la primera entrega, dirigida por James Cameron y que convirtió a Arnold Schwarzenegger en una estrella.
Por qué hay que verla: Producida con bajo presupuesto, ofrece emocionantes escenas de acción y propone un giro interesante al concepto de viajes en el tiempo.

Ferris Bueller’s Day Off (1986)
Ferris Bueller (Matthew Broderick) es un estudiantes de secundaria que está dispuesto a ser lo que sea por tomarse un día libre, pese a los intentos del director del colegio por atraparlo.
Por qué hay que verla: Una de las comedias estadounidenses que definió el cine juvenil de la década de 1980. Dirigida por John Hughes en su momento de mayor éxito.

Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988)
Una mujer intenta descifrar por qué su amante la abandonó y, en el proceso, se topa con toda suerte de personajes excéntricos.
Por qué hay que verla: Es la película que puso a su director, Pedro Almodóvar, en el mapa internacional; hizo una estrella en Hollywood a Antonio Banderas e introdujo el concepto de la «chica Almodóvar» en el mundo.

Risky Business (1983)
Un adolescente decide aprovechar la ausencia de sus padres para convertirse en proxeneta. Sin duda, ya no hacen películas con premisas tan descabelladas como en los años 80 del siglo pasado.
Por qué hay que verla: Fue el primer éxito de taquilla de Tom Cruise. Su escena bailando a solas en calzoncillos es un clásico por sí sola.

Footloose (1984)
Un adolescente (Kevin Bacon) se muda de la gran ciudad a un pequeño pueblo en el que el baile y la música rock están prohibidos.
Por qué hay que verla: Con su pegadizo tema interpretado por Kenny Loggins, Footloose representó como pocas películas la era del Walkman de Sony y de los videos musicales en MTV.

Dirty Dancing (1987)
Una joven (Jennifer Grey) pasa el verano en un resort de las Catskills y se enamora del instructor de baile, Johnny Castle (Patrick Swayze).
Por qué hay que verla: Otra película que reivindica el baile, con Swayze en su momento de gloria. Basta ver el tributo que le dedica la película Crazy, Stupid, Love (2011) para comprender por qué es un clásico.

Flashdance (1983)
El filme cuenta la historia de una soldadora (Jennifer Beals) que trabaja en las noches como bailarina exótica en un bar pero sueña con estudiar ballet clásico en una academia.
Por qué hay que verla: La película reproduce la estética de los videos musicales, popularizó la manera de vestirse del personaje interpretado por Beals y produjo una banda sonora que vendió millones de discos.

Aliens (1986)
Ellen Ripley (Sigourney Weaver) debe acompañar a un grupo de Marines a una colonia con la que se perdió contacto y que ahora está infestada por monstruos xenomoforfos.
Por qué hay que verla: Si Alien (1979) era una película de terror en el espacio, su secuela –dirigida por James Cameron en 1986– es un filme de guerra, con Ripley transformada en toda una heroína de acción.

Die Hard (1988)
Un policía noyorquino (Bruce Willis) intenta salvar a su esposa y a los rehenes de un grupo de terroristas durante una fiesta de Navidad en la torre Nakatomi Plaza en Los Ángeles.
Por qué hay que verla: Es una de las mejores películas de acción del siglo XX, con decenas de frases memorables. Ha sido imitada hasta el cansancio pero nadie logra llegarle ni por la cintura.

The Breakfast Club (1985)
Cinco estudiantes de secundaria deben pasar juntos en detención un sábado en la escuela y descubren que tienen mucho en común.
Por qué hay que verla: Pudo haber sido otra película de estereotipos adolescentes, pero resultó ser una comedia muy humana, con memorables actuaciones… y un éxito musical para la banda Simple Minds.

Raiders of the Lost Ark (1981)
El arqueólogo Indiana Jones (Harrison Ford) busca tesoros perdidos pero su mayor desafío será recuperar el Arca bíblica de las manos de los nazis.
Por qué hay que verla: El filme rindió homenaje a las películas seriales de aventuras de la década de 1930 pero con originalidad e inventiva en manos del director Steven Spielberg. Está llena de escenas inolvidables.

Gremlins (1984)
Un padre regala a su hijo una extraña mascota llamada Gizmo pero debe cumplir tres estrictas reglas de cuidado, pues, de lo contrario, una horda de criaturas maliciosas crearán desorden en el pueblo.
Por qué hay que verla: El filme se inicia con el tierno Gizmo pero, con la aparición de los gremlins la historia se transforma en una demencial comedia negra muy emocionante.
Back to the Future (1985)
Marty McFly (Michael J. Fox) viaja por accidente al pasado en una máquina del tiempo en forma de un auto DeLorean creada por el Doctor Brown (Christopher Lloyd).
Por qué hay que verla: Es una inventiva historia de viaje en el tiempo, que se complica de manera muy original y en la que cada pieza parece calzar perfectamente. No importa cuántas veces la has visto, siempre emociona su secuencia final.

Pretty Woman (1990)
La típica historia de la prostituta con el corazón de oro (Julia Roberts) de la que se enamora un millonario interpretado por Richard Gere.
Por qué hay que verla: Hizo famosa a nivel mundial a Julia Roberts y su historia romántica ha envejecido con la dignidad de las canas de Richard Gere.

E.T. the Extraterrestrial (1982)
Un extraterrestre queda abandonado en la Tierra y se hace amigo de Elliott (Henry Thomas), quien lo protege de los agentes gubernamentales que están buscándolo.
Por qué hay que verla: Este filme de Steven Spielberg fue un fenómeno de taquilla y cultural en 1982, cautivando a audiencias en todo el mundo con su conmovedora e ingeniosa historia.

Blade Runner (1982)
En 2019, la Policía de Los Ángeles asigna al agente Rick Deckard (Harrison Ford) la misión de detener a cuatro peligrosos replicantes Nexus 6 que intentan entrar en la corporación Tyrell.
Por qué hay que verla: Su recreación de una populosa Los Ángeles, con gente de todas las nacionalidades, sumida en luces de neón y lluvia, es un triunfo del diseño. El monólogo final de Roy Batty (Rutger Hauer) es único.

Stand by Me (1986)
Basada en un relato de Stephen King, la película cuenta la historia de cuatro amigos adolescentes que emprenden un viaje al bosque para encontrar el cuerpo de un niño desaparecido.
Por qué hay que verla: Llena de nostalgia y encanto, Stand by Me se apoya en buenas interpretaciones de su elenco juvenil para componer una obra divertida y conmovedora por igual.

Airplane! (1980)
Un expiloto que teme volar (Robert Hays) intenta recomponer su relación con una antigua novia abordo de un avión al que deberá conducir a tierra luego de que su tripulación enferma.
Por qué hay que verla: La comedia que impuso el estilo de gags por minuto y popularizó el uso de actores serios, como Leslie Nielsen, en roles humorísticos. Influyó a decenas de comedias en esa década.

The Untouchables (1987)
En la época de la Prohibición, Elliot Ness (Kevin Costner) lidera un grupo de agentes cuya misión es poner tras las rejas al cabecilla del crimen organizado en Chicago, Al Capone (Robert De Niro).
Por qué hay que verla: Dirigida por Brian De Palma, The Untouchables revitalizó el cine de gángsters y la carrera de Sean Connery. Vale la pena por la secuencia del tiroteo en las escaleras de la estación de tren.

Time Bandits (1981)
Un joven se une por accidente a una pandilla de enanos dueños de un mapa que les permite viajar en el tiempo y robar tesoros de distintas épocas.
Por qué hay que verla: El director Terry Gilliam creó esta deliciosa comedia de aventuras que usó humor negro y gran inventiva visual para darle nuevo aires al género de la fantasía en el cine.

Who Framed Roger Rabbit (1988)
Un detective (Bob Hoskins) que odia a los dibujos animados debe probar la inocencia de la estrella de cine Roger Rabbit, acusada falsamente de haber cometido un asesinato.
Por qué hay que verla: Su novedad está en simular que los personajes de dibujos animados interactúan con objetos en el mundo real. Mezcla de comedia y cine negro, con personajes memorables, como Jessica Rabbit.

This Is Spinal Tap (1984)
Un falso documental sobre una banda inglesa de rock llamada Spinal Tap, con entrevistas a sus integrantes.
Por qué hay que verla: Considerada como la comedia que popularizó el concepto de mockumentary. Está llena de frases que ya forman parte de la cultura pop y con escenas que parodian mejor que nadie la música rock.

The Lost Boys (1987)
Dos hermanos adolescentes se mudan con su madre al ficticio pueblo de Santa Carla, California, donde descubren que es, en realidad, un refugio de vampiros.
Por qué hay que verla: Es el epítome del cine juvenil, con influencias de los videos musicales. Resulta inolvidable por su música, frases, diseño de personajes y por mezclar el género de horror con MTV.

Beetlejuice (1988)
Dos fantasmas (Alec Baldwin y Geena Davis) que viven en una mansión contratan a un espíritu malicioso llamada Beetlejuice (Michael Keaton) para los ayude a espantar a la familia que se mudó a la casa.
Por qué hay que verla: Un buen ejemplo de la sensibilidad y estilo visual de Tim Burton, pero es Keaton quien se adueña de la película. La escena del baile en la mesa, al ritmo de Harry Belafonte, justifica el filme.

Pulp Fiction (1994)
Una película que entrelaza distintas historias — dos asesinos, un boxeador, dos ladrones, un gángster y su esposa — con grandes dosis de violencia, diálogos memorables y una buena dosis de redención.
Por qué hay que verla: Es la película que puso a Tarantino en el panteón de los grandes directores y revitalizó la carrera de John Travolta. Sus diálogos, música y secuencias forman parte de la cultura pop contemporánea.

Jurassic Park (1993)
Un millonario logró crear dinosaurios a partir del ADN depositado en fósiles, con la intención de exhibirlos en un parque temático. ¿Qué podía salir mal?
Por qué hay que verla: Es el filme que demostró que la animación generada en computadora podía crear animales de forma realista. Además, la dirección de Steven Spielberg creó secuencias de gran tensión.

The Matrix (1999)
Un hacker conocido como Neo (Keanu Reeves) descubre que la «realidad» es una simulación, pues en el mundo real los humanos son usados como fuente de energía por las máquinas.
Por qué hay que verla: Con efectos visuales originales (el efecto bullet time) y emocionantes combates de artes marciales, The Matrix combinó temas serios de la ciencia ficción con potentes secuencias de acción.

Seven (1995)
Dos policías, uno veterano (Morgan Freeman) y uno novato (Brad Pitt), intentan capturar a un asesino en serie que usa como motivo los pecados capitales.
Por qué hay que verla: Es famosa por su secuencia de créditos y por la atmósfera oscura y agobiantes creada por el director David Fincher. Pero su giro final es lo que nunca deja de sorprender al espectador.

The Shawshank Redemption (1994)
Filme sobre la amistad entre dos prisioneros — uno de ellos (Tim Robbins), encarcelado injustamente — a lo largo de los años, a través de injusticias y vejámenes, hasta lograr la redención.
Por qué hay que verla: Basada en una novela de Stephen King, es una cautivadora historia de perseverancia y adaptación. Su final deja siempre una sonrisa en el rostro y una lágrima en el ojo.

Toy Story (1995)
El vaquero Woody (voz de Tom Hanks) vive tranquilo como el juguete preferido del niño Andy, hasta el arribo del nuevo juguete Buzz Lightyear, lo que desata sus celos.
Por qué hay que verla: Primer largometraje de animación creada en computadora que alcanzó éxito en todo el mundo. El estudio Pixar totalmente inspirado, creando una de las sagas perfectas del cine.

Fargo (1996)
Un secuestro en pleno invierno desemboca en una sangrienta tragedia a manos de dos ineptos criminales, perseguidos por una eficiente agente de policía (Frances McDormand) en avanzado estado de embarazo.
Por qué hay que verla: Ganadora de dos premios Oscar, Fargo es la perfecta combinación del estilo de los hermanos Coen, con humor negro, escenas de violencia y personajes extraños.

Clueless (1995)
Una de las adolescentes más populares de un instituto privado en Beverly Hills intenta ayudar a profesores y compañeros de estudios.
Por qué hay que verla: Inspirada en la novela Emma, de Jane Austen, Clueless es una comedia que popularizó frases del filme y revitalizó el cine de adolescentes.

Groundhog Day (1993)
Bill Murray interpreta a un presentador del tiempo que se ve condenado a tener que vivir una y otra vez el mismo día, hasta que hace a un lado su ego y aprende a disfrutar la vida de manera sencilla.
Por qué hay que verla: Hay quienes ven en esta comedia una parábola del cristianismo y del budismo. Todas las lecturas son posibles, debido a su ingenioso guion y a la divertida actuación de Murray.

Trainspotting (1996)
Un retrato con humor y crudeza de cuatro amigos que viven su vida sometidos a los vaivenes impuestos por su adicción a las drogas en Edimburgh, Escocia.
Por qué hay que verla: Dirigida por Danny Boyle, la película mostró el mundo de la heroína sin juicios morales y usando una original puesta en escena. Hizo una estrella de Ewan McGregor.

Home Alone (1990)
Un niño de ocho años (Macaulay Culkin) se queda solo accidentalmente en casa durante Navidad y deberá proteger su hogar de dos ladrones que intentan entrar en ella para robarla.
Por qué hay que verla: Fue un formidable éxito de taquilla, que hizo de Culkin una figura global. Es un tributo, con actores, a los demenciales gags de muchos cortos animados de Looney Tunes.

The Blair Witch Project (1999)
Tres jóvenes desaparecen luego de adentrarse en un bosque de Maryland para filmar un documental sobre la leyenda de una buja local. La película está hecha con las imágenes encontradas en una cámara.
Por qué hay que verla: Es uno de los filmes más rentables jamás hecho. Pertenece al género de la «película encontrada», al estilo Cloverfield. Es una obra inquietante, que genera gran desasosiego. Totalmente original.

Wayne’s World (1992)
Basado en un segmento del programa televisivo Saturday Night Live, la película cuenta la historia de dos amigos que intentan promocionar el show de acceso público que graban en el sótano de su casa.
Por qué hay que verla: Con una premisa tan básica, es notable que Wayne’s World logró dar origen a una película divertida y coherente. Le dio un nuevo aire a la canción Bohemian Rhapsody de Queen.

Something About Mary (1998)
Ted (Ben Stiller) intenta conquistar a Mary (Cameron Díaz), la chica de sus sueños en secundaria, pero todo tipo de pretendientes insospechados de Mary se confabulan para torpedear los intentos de Ted.
Por qué hay que verla: Cuesta imaginar que hoy pueda contarse una historia tan políticamente incorrecta y demencial como la dirigida por los hermanos Farrelly. Reirás hasta llegar a las lágrimas con esta película.

Starship Troopers (1997)
En la sociedad militarista del futuro, los humanos deben unirse para hacer la guerra a unos gigantescos insectos extraterrestres que atacan a la Tierra.
Por qué hay que verla: La mejor manera de disfrutar la película de Paul Verhoeven es como lo que es: una gran parodia militarista, con divertidas y emocionantes escenas de acción.

Titanic (1997)
Una historia de amor entre una aristócrata (Kate Winslet) y un joven arista (Leonardo DiCaprio) abordo del famoso trasatlántico que se hundió en su primera travesía por el Atlántico en 1912.
Por qué hay que verla: Célebre por su accidentado y costoso rodaje y por ser una de las películas más taquilleras de la historia. La secuencia del hundimiento del Titanic es lo mejor y más emocionante del filme.
Si recuerdas algún otro clásicos de entre las dos décadas comprendidas entre 1980 y 2000 que te gustaría ver en esta lista, puedes escribir en los comentarios para incorporarla.
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